Wednesday, December 2, 2009

Un picado en Manzanillo

   En Manzanillo, al sudeste de Costa Rica, una pequeña cancha en plena playa caribeña está vacía. Los arcos son tres postes de madera y la arena seca hace que a uno, que no está acostumbrado, le cueste correr. Somos cuatro y no pasan dos minutos desde que empezamos a pelotear para que dos chicos de menos de diez años se acerquen a pedirnos jugar. Nos dividimos en equipos de tres y empieza un partido al que se va sumando gente cada cinco minutos. Los chicos se desesperan por jugar: el que está solo corre a buscar a un amigo para poder entrar uno por bando. Al principio no hay posiciones ni tácticas que valgan, sólo un juego bastante desordenado. Poco a poco, nos ordenamos en posiciones y con un par de direcciones el juego se hace más prolijo y hasta ensayamos algunas jugadas preparadas. Dos horas pasan como si nada y al final del juego conocemos a todos los chicos de la zona, sus apodos, sus mañas, esas cosas que aunque no parezcan importantes hacen a la identidad de una persona.

No comments:

Post a Comment