Friday, July 2, 2010

Demasiada civilización

Al llegar a la frontera ya se nota la diferencia: Sudáfrica es distinta. “Más civilizada”. Hay más organización, más infraestructura. Mejores rutas, más autos, otro tipo de edificios, otro tipo de materiales. El progreso se ve en Johannesburgo, a donde llegamos. Ciudad enorme, con todas las instalaciones de una metrópolis, es conocida como la más insegura del planeta. El progreso trajo también desempleo y armas de fuego. Toda persona que nos cruzamos antes de llegar nos advierte que tengamos cuidado, que estemos atentos.

A simple vista, para nosotros, Sudáfrica ofrece: mayor facilidad para conseguir más variedad de productos, precios más altos y mayor inseguridad.

Soccer City. La mayor muestra de infraestructura Sudafricana

Obamamania

Imposible convencerlos de lo contrario. Imposible decirles que representa los mismos valores que todos los anteriores presidentes norteamericanos. Imposible hablar con ellos sobre que no importa el color de su piel.

Aca, en África, Obama es el Buffalo soldier de Bob Marley, es la desendencia de los africanos arrancados de su tierra y esclavizados. Es comparado con Martin Luther King, se cantan canciones sobre él, se usan remeras de él. África fue ganada con el color de piel de Obama. Esperemos que esto no sirva para continuar con la explotacion del continente olvidado.

Los Pibes de Monkey Bay

Joseph

Chifundo

Francis

Prince

Callado 1


Callado 2

Fotos de Mufasa Monkey Bay








mas informacion en www.mufasamalawi.com

Thursday, July 1, 2010

El master


Algo muy corriente en África es querer venderle cosas continuamente a los turistas. Durante el viaje, en repetidas ocasiones se acercó gente que parecía querer hacerse amiga pero que después intentaba vendernos algo. Monkey Bay fue una linda excepción.

Tinus (o El Master, como lo apodamos nosotros) es un sudafricano que trabajó en turismo por todo el continente, durante los últimos 15 años. Lo primero que nos dijo fue: “Mi hostel todavía no está abierto asi que pueden quedarse gratis. Cuando se vayan déjenme lo que puedan”. Lo segundo que nos aclaró fue la única regla: “En mi playa no se vende ni se compra nada”. Rápido entendimos que de esa manera uno puede relajarse, bajar la guardia y disfrutar del lugar.

Si El Master se acercaba era para tirarnos un buen dato, una buena idea. Nos dijo, además, lo esencial para recorrer otros países de África gastando lo menos posible. Está abriendo una cadena de Hostels por África (www.mufasamalawi.com) donde la pimera regla es que no se moleste a los huéspedes. En forma de agradecimiento le dejamos algunas fotos y un video para que ponga en su sitio web.

Ilala: Sueño o pesadilla


Para ir del norte al sur de Malawi decidimos tomar el ferry Ilala, que tenía la ventaja de ser transporte y hotel al mismo tiempo. Viajamos en clase económica. El amanecer en el medio del lago fue increíble, y la primera noche fue tranquila. Pero a media tarde hicimos puerto en un lugar donde empezó a subir gente con mercadería. Aparentemente el Ilala es el mejor medio de transporte para trasladar bananas, pescado, gaseosas y demás. El pasillo pasó de tener tres metros de ancho para pasar, a sólo 50 centímetros. La segunda y la tercera noche fueron terribles: para encontrar un lugar donde dormir había que hacer magia o doblarse en formas inimaginables.


Pero llego el cuarto día y se bajó todo el mundo. Quedamos solos con la tripulación y con una banda local que había tocado en una de las islas donde para el Ferry. “The real Sound Band” puso sus equipos en la proa y tuvimos un recital privado en el medio del lago Malawi. El Ilala paso de ser el lugar mas incómodo del mundo al lugar más raro en donde vimos tocar a una banda de reggae.

Fútbol 11: ¿se suspende por buen tiempo?

No estábamos en la altura, pero con el calor que hacía, jugar a las dos de la tarde parecía una locura. Claro que a los locales no les molestaba en absoluto, y a la hora programada, con el sol bien alto y pegando fuerte, empezó el partido. Ya la caminata de nuestra casa a la cancha nos había matado, pero empezamos bien. Metimos un par de goles y parecía que dominábamos y nos llevábamos el triunfo para Argentina.

Pero las piernas empezaron a pesar toneladas, y el segundo tiempo duro más o menos una hora. Sobre el final, perdimos un partido increíble. Para colaborar con el club, donamos una pelota y ellos prometieron hinchar por Argentina en el mundial. Hicimos negocio.

Fotos y retratos de Kazuni Village