Sunday, August 29, 2010

Elefante búfalo


Parece sacado de un cuento para chicos, pero no. Es verdad. En Imire Lodge hay una elefanta que cuando fue rescatada y llevada a la reserva no se adapto a la mandada de elefantes y se crió al lado de una manada de búfalos. Hoy en día es la hembra dominante y ha matado a 14 machos que han puesto en duda su puesto.

Cuernos Afrodisíacos

De 30 mil a 40 mil dólares por Kilo. Es lo que vale el cuerno del rinoceronte. Parece en broma pero es lo que ciertas comunidades asiáticas pagan. Para su cultura es un elemento altamente afrodisíaco y el precio lo deja en claro.

Como todo negocio por ser ilegal no deja de ser estar organizado en torno a una jerarquía económica. Los rinocerontes no son cazados por comerciantes millonarios, sino por personas humildes para las cuales 500 dólares es una fortuna por la que están dispuestas a arriesgar su vida.

Imire Lodge es una reserva a 70 kilómetros de Harare, capital de Zimbabwe, donde se liman los cuernos de los rinocerontes para evitar su caza furtiva. A pesar de esto los rinocerontes están protegidos las 24 horas del día por militares armados con la orden de “tirar primero y preguntar después” ya que los rinocerontes son asesinados por orden de los comerciantes ilegales para ayudar a extinguir la especia y subir el precio de los cuernos que ya están en su poder.

La sadza de los que tienen poco pero bailan igual

Ugali en kenia y Tanzania. Nsima en Malawi. Pop en Sudáfrica. Sadza en el norte de Zimbabwe e Itswala en el sur. Y siguen.

Polenta en Argentina. En fin, harina de maíz y agua caliente. Bien revuelta. En África más espesa y con muy poca sal. Ya de mirarla se nota que le falta sal. Pero es un gusto que se aprende a querer. Un gusto adquirido diría la gente educada. Como el mate, solo que se come en todo almuerzo y cena. Se come con la mano agarrando pedazos y haciéndolos una bolita y va acompañado por lo que haya: carne, pescado, vegetales, cualquier cosa.

En África se dice que un pedazo de pan no da las energías suficientes, pero la sadza da fuerzas para resistir el trabajo diario. Hasta en el desayuno se come, menos cocida con azúcar y maní molido. Es la comida del pueblo y no falta nunca. molido. Es la comida del pueblo y no falta nunca.


El Fuego de la mañana

Por lo general a la mañana, apenas sale el sol, Benaldi prende fuego una planta de maíz seca del jardín de su casa. No lo hace como ritual, ni para ayudar a próximas cosechas. Es para sus hijos. A Emmanuel y Bosta les gusta jugar con el fuego a la mañana, le piden a su papa que lo prenda, lo miran, lo avivan y le echan ramas.









Toda la familia, que incluye a los hijos de los vecinos, se junta alrededor de la planta seca en llamas por un rato hasta que sólo quedan cenizas. Después cada uno a lo suyo, los chicos a jugar, las mujeres a cocinar y los hombres a la actividad del día, que muchos días es sentarse a la sombra.

Los chicos no miran la tele a la mañana. Acá los chicos juegan con el fuego, algo que en nuestra cultura esta estrictamente prohibido (cuantas veces escuchamos “con el fuego no se juega”).


Saturday, August 28, 2010

Últimas fotos de sudafrica



Sos Callejero vo?

Bancatelá. No siempre se duerme el los lugares mas cómodos. No siempre se tiene un colchón. Muy pocas veces una almohada. Pero el piso hace bien a la espalda y el aire fresco a los pulmones.


Carpas bajo las estrellas en Kazuni Village (Malawi)


Noche de alcohol en Monkey Island (Malawi)


En la playa del Bar Seatle en Cape Maclear (Malawi)



Cancha de squash en Johanesburg (Sudáfrica)


Escaleras de servicio del mimosa mall en Bloemfontain (Sudáfrica)


3er grado de una escuelita en Beltbridge (Zimbabwe)

Lo duro de la derrota*

Más allá de la tristeza, que es grande, grandísima. De la desolación de no coronar el viaje festejando un campeonato mundial. De saber que esa era una de las principales razones para hacer el viaje. Nos quedamos con la experiencia, única, de haber seguido a Argentina en el primer mundial de África. Con haber vivido un mundial.

Nos quedamos con esto:



*Para los pibes

Friday, August 27, 2010

Johanesburg – Cape Town

Nos metimos seis en un Mazda Sting. No pregunten como. La verdad no se, porque es bien chiquito. Ni siquiera “grande por dentro” como dice ser el Clio. Este es chiquito por todos lados.

Físicamente hicimos formación 2-1-3. Es decir dos adelante: conductor y copiloto (encargado de la música, y los peajes) y cuatro atrás, de los cuales tres tenían el culo pegado al respaldo y uno un poco más adelantado, “el sacrificado”, el que se tenía que arreglar para poner las rodillas entre los asientos delanteros o flexionarse al borde del esguince. Mucha rotación, por supuesto.

El primer día hicimos unos 500 km, hasta que bajó el sol y dormimos en el estacionamiento del Mimosa Mall, el shopping más grande de Bloefontain. El guardia de seguridad nos permitió quedarnos, consultándolo primero con su superior. A las 4 de la mañana nos levanto para que no nos vean los supervisores.

El segundo día fue más largo, el doble de kilómetros, y el final con lluvia, torrencial. Todo sea por ver a Argentina.



Señores, de pie...